Desde el alerón del puente de gobierno, apoyado sobre la borda, el sol se va poniendo lentamente sobre el horizonte. Por mi popa, la oscuridad me va alcanzando, sumergiendo mi barco en la inquietud de la noche. El sol tangentea el horizonte refractando un último rayo, el rayo verde. Es la señal,la esperanza de que tras la oscuridad de la noche, me llegará la luz del alba.
Antonio Ruibérriz
domingo, 16 de enero de 2011
Noche en el páramo
Noche estrellada en el páramo, fría y desamparada, los lobos aúllan, la luna brilla, esplendor sobre el collado. Al raso, ella cruza admirada el yermo territorio.
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