domingo, 16 de enero de 2011

Campanas en la noche

Sofocado de silencios recorro las calles
en un parto descontrolado de deseos.
Acompasa mis latidos el sonido de una campana,
su tañido al alcanzarme me revuelve,
recordándome, amor mío, que camino hacia tu lado.

Mi corazón pierde paso llegada la madrugada.
Buscando mis oídos, la llamada metálica me sofoca,
advirtiendo en su tañer que aún habré de esperar
el calor de unas sábanas tibias ansiosas de barullo.
Metal premonitorio, cuando dejes de sonar
se parará el tiempo del quehacer,
y tu sonido será sustituido por el suave rumor de un te quiero en sus oídos

No hay comentarios: